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Imagínese una banda a lo lejos marchando hacia usted. Al principio, la música es suave, pero luego va subiendo de volumen; las capas rojas de la banda se mecen al viento, cada vez más cerca. Esta imagen inspiró Flying Colors. El famoso director de orquesta Arthur Delamont siempre programaba una marcha en sus conciertos, y el sello distintivo de su banda eran sus capas rojas. La obra comienza muy suavemente con un lejano redoble de caja. Las trompetas entran en silencio con la melodía, y con cada nueva entrada melódica la música crece y se intensifica hasta un final estruendoso. Se trata de una nueva y fresca versión de una marcha, que sin duda gustará tanto a los músicos como al público. Flying Colors es el tercer movimiento de A Tribute to Arthur Delamont y fue un encargo de la West Vancouver Youth Band. Duración 3:10