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La secuela de Castillos y dragones, La guarida del dragón, narra la búsqueda del paradero del dragón por parte de los caballeros, utilizando una melodía robusta y una contramelodía en do menor para describir su confianza y fanfarronería. Una vez localizado el dragón, la música se vuelve más rápida y acentuada cuando los caballeros se enfrentan al dragón en una feroz batalla. Una vez derrotado el dragón, el tema principal vuelve a sonar mientras los caballeros celebran su victoria. La pieza contiene muchas partes de percusión para mantener ocupados a los intérpretes, y utiliza una estructura de tonalidades amigable para facilitar el progreso de los alumnos en los acentos y la interpretación de frases completas. (2:45)